domingo, 28 de febrero de 2016

hoy te digo:
Que te den.

y para que no se me vuelva a olvidar
que he vuelto a tomar esta decisión
otra vez

lo escribo.

porqué resulta que dice mi madre que las palabras se las lleva el viento
y que quien siembra vientos recoge tempestades
con diez cañones por banda viento en popa a toda vela

pero pasa a menudo que los documentos de word se esfuman
en las entrañas del ordenador
que me mira ciego

aunque con un poco de suerte éste no caerá del escritorio
ni desaparecerá en el revoltijo de colillas a medio fumar
ni en el laberinto de copas de vino que quise beber en tu cocina
dejando siempre un caminito de ropa para no perderme

Y

cuando vuelva a fustigarme pensando en incendios de carne al punto de nieve
edulcorados con tu maldita stevia

el puntodoc me dará una buena hostia con la mano abierta

hasta que vuelva
para poner la otra mejilla
como una idiota

suplicando de rodillas

No pares

dame más




The White Stripes - Ball and biscuit




miércoles, 4 de enero de 2012

Devil makes three

Ponme otro.

No, la verdad es que no se porque me molesto.
De veras.
Mira, hasta el reflejo del wiski en el mármol de la barra tiene el mismo color del fracaso que la luz que se refleja en la piel de su cráneo. Si se pudiera estrujar esa luz danzante entre los dedos seguro que sería humeda y pegajosa, como el sudor.
Y si lo tuviera que definir con una palabra... Puede que fuera hastío. Si.
Si, si.
Recuerdas cuando fue que jugamos a buscar sinónimos?
Al final todos tenían un matiz sutilmente distinto, pero para nada relevante.
Y qué más da?
Tu lo sabías,
yo lo sabía.
Todos lo sabíamos.

Gracias Jack.

No, no. No soy una jodida catastrofista. Tu te acuerdas de cuando los pálpitos no existían? No claro, imposible. Te has dado tantas leches que no te acuerdas. 

Tres. Ese es el número. No, no. En serio. El destino. Es la emperatriz, es mi olor, está garabateado en algún pliegue de su cuerpo.

Tres. Es el número de cosas que van por delante de mi: sexo, drogas, rock’n roll.

Y aun así aquí seguimos. Con los riñones cansados de agacharnos para atarnos los zapatos sentados cada noche en una cama distinta. Que te voy a contar a ti.





domingo, 15 de mayo de 2011

Lastre.

Me gustan las palas.
sirven para cavar hoyos,
para desenterrar tesoros,
Incluso para partir cráneos.
Hoy he cavado tu tumba.
y la suya.
y la suya también.
Fascinada por los olores que emanan de la tierra húmeda
Que llegan a tener sabor y textura dentro de mi boca seca.
Y por las miles de combinaciones de sonidos que llenan la noche.
acero contra tierra.
acero contra piedra.
acero contra metal.
acero contra hueso.

Jadeo.

Hay que soltar lastre.
Al final esta parcela en medio de la nada parece la historia de los estragos cometidos por un asesino en serie. Dividida en pulcros rectángulos. Enterrados, como no, en el jardín de la casa donde su padre abusaba de él en su más tierna infancia. Un guión que se repite. Un montaje sin gracia.

Todo orden y concierto.
Papel verde desprendiéndose de las paredes.
Y ya ves. Cavando. Cavando.
Cavando.
Para seguir adelante hay que cavar, enterrar y trapichear la tierra revuelta para que no se note.
A ratos me paro y extiendo una mano sucia hacia el queso redondo y brillante de la farola.
Y es fascinante como la luz se escurre entre mis dedos.





Hay que soltar lastre.




sábado, 23 de abril de 2011

Qu'est-ce que je peux faire?


Sally aplastó el consumido cigarrillo coronado de rojo carmín en la maceta y se levantó del sofá de piel marrón. Ruidoso y pegajoso. Por encima del hombro percibó su cambio de postura sin mirar. No hacía falta. Las piernas cruzadas, el brazo descansado en el respaldo despreocupadamente y la boca torcida en una sonrisa, que de ponerse a tararear, habría sido probablemente en francés.
<<Qu'est-ce que je peux faire?>>
Se dio la vuelta y clavó sus ojos en los de él, consciente de repente de la superioridad que le había otorgado el haber aguantado hasta el final de la batalla en pie.
<<No te gusto, pero me necesitas. Tu me gustas, pero no te necesito>>.
Y eso fue todo. Ni siquiera la puerta hizo ruido al cerrarse.





domingo, 21 de noviembre de 2010

Back in Black

Y resulta que es cíclico.
Siempre hay un inevitable regreso.
Siempre hay un pero agazapado.
Siempre hay una duda de un molesto ámbar intermitente.
Siempre hay alguien que ya estaba aquí antes que tu y que habrá dejado restos de piel muerta debajo de la cama.
Porque siempre volvemos.
Es una certeza.
Y mientras dormimos una húmeda siesta veraniega las moscas revolotean atraídas por la comida abandonada bajo el sol abrasador.